Esa noche que nos conocimos
-ingenuos y vírgenes-
ambos supimos a primera vista
que el amor era aquello entre nosotros
Yo no dije una palabra
ella no esquivo el desnudo que mis manos perpetraban
Yo no forcé nada
ella no demoró beso alguno ni dejo carne sin probar
no busque entrar
ella abrió
Pulsamos larga y desenfrenadamente
hasta derramarlo todo
Fundidos
exhaustos
satisfechos
conocimos la gran o
Y exactos nueve meces transcurridos
aprendimos que amor es
un potencial conjunto de problemas
que habrá que resolver
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario