La Belleza de No Pensar

La Materialización Audiovisual de la Poesía.

El Blog del programa TV Internet en Youtube "La Belleza de No Pensar" de Movimiento Lúdico Films. Una Meta-Antología y etnografía audiovisual del circuito poético en Santiago de Chile.


La Belleza de la Poesía (Lista de Reproducción de La Belleza de No Pensar)

La Belleza del Acto Poético (Lista de Reproducción del Movimiento Lúdico)

viernes, 1 de febrero de 2008

Por la Razón o la Poesía: ¿Me plagiaron antes de neacer?

Me ha pasado algo del todo inesperado. Me encontraba buscando en Google si aparecía ya el blog de ésta La Belleza de No Pensar, el cual no aparece aún poniendo las palabras La Belleza de No Pensar ni Belleza de no Pensar, seguramente por que las robo-arañas de Google aún no lo detectan. Entonces pensé que poniendo alguna frase que hubiese dentro del sitio quizás podía encontrar la referencia, y se me ocurrió poner mi poema "Por la Razón o la Poesía" el cual usamos a modo de leyenda en la presentación del blog. Cuando veo que aparece me digo, magnífico ya está la Belleza en Google, pero voy mirando que me direcciona a otra Web y horrorizado descubro que existía el lema "Por la razón o la Poesía" en otra parte. Y nada menos que inventado por Pablo Neruda, tal cual como lo leen queridos lectores de lujo. Cito aquí el fragmento de sus memorias donde habla respecto a los inmigrantes españoles que trajo en el famoso Winnipeg, donde escribiera al respecto: El gobierno de Chile, presionado y combatido, me dirigía un mensaje: 'INFORMACIONES DE PRENSA SOSTIENEN USTED EFECTÚA INMIGRACIÓN MASIVA ESPAÑOLES. RUEGOLE DESMENTIR NOTICIA O CANCELAR VIAJE EMIGRADOS.'
Qué hacer?
Una solución: Llamar a la prensa, mostrarle el barco repleto con dos mil españoles, leer el telegrama con voz solemne y acto seguido dispararme un tiro en la cabeza.
Otra solución: Partir yo mismo en el barco con mis emigrados y desembarcar en Chile por la razón o la poesía.

Pues bien, después del baldazo inicial me puse a reflexionar a propósito de una experiencia similar vivida por mi maestro y amigo el Biólogo Humberto Maturana, quien me la contara hace unos 2 años atrás. Resulta que cuando el era un adolescente estaba intentando resolver no se que problema matemático que le quitaba el sueño hace rato, hasta que un buen día se le ocurrió un modo de resolverlo que lo dejó muy contento por lo eficaz y original de su ocurrencia, pero le sucedió enterarse unos días después que esa solución ya existía y de hecho había sido formalizada por un matemático con un teorema cuyo nombre no recuerdo pero que ya averiguaré. Y claro igualmente él se sorprendió en un primer momento ante la situación, pero luego reflexionando llego a la conclusión de que su descubrimiento no era menos original ni menos espontáneo ni menos significativo por el hecho de haber habido alguien que lo hiciese en otro tiempo y lugar. Uno siempre hace lo que hace desde sí, a menos claro que se trate genuinamente de un plagio o una farsa. Y lo importante es eso, la honestidad y espontaneidad de la propia creación. De hecho alguna vez conversábamos también con Don Humberto el tema de las influencias en el escribir, y claro, si uno comprende que los seres vivos están determinados por su estructura, por la forma en que están hechos, uno comprende que nada externo puede especificar lo que pasa con ellos y o en ellos, lo externo solo gatilla procesos que están posibilitados por la propia hechura (estructura) del sistema en cuestión. Así las cosas se entiende que cuando uno lee los textos de otra persona uno no escucha lo que el otro quiso decir sino simplemente lo que a uno le evoca aquello, lo cual puede o no coincidir con la intención del escritor. Uno escucha y lee desde si, desde los propios criterios de distinción. Entonces la influencia existe por supuesto pero no en el sentido de un traspaso de información sino como una transformación inconsciente en la convivencia aún cuando el contenido de lo dicho sea conciente.
Y claro, en este sentido habitamos inescapablemente en un océano de influencia en tanto vivimos en la permanente transformación en la convivencia con los decires del prójimo. Este es un tema que me a apasionado, la comprensión biológico-cultural del escuchar en el espacio del leer y el escribir. Pero en fin, volviendo a la cuestión de este post quiero señalar entonces que a pesar que nuestro insigne poetastro allá inventado el mismo grupo de palabras desparafraseando el lema patrio, el y yo lo hicimos en ámbitos distintos e igualmente legítimos. En su caso el lo concibió como un modo de responder a una situación concreta o al menos lo formula a posteriori en sus memorias, pero para el era prosa y praxis, no un poema en si mismo como lo fue para mí, que de hecho llegué a su formulación componiendo otro poema más largo que se llama Exiliados del Olimpo y donde aparecen algunas frases políticas reformuladas, y además teniendo el trasfondo de reflexiones respecto a nuestras conversaciones en el Instituto Matríztico sobre este tema de lo arrogante y prepotente que es nuestro lema nacional y sobre el cual el Dr. Maturana escribiera ese pequeño texto que cité el otro día en este Blog. Entonces, para mí surge como poema antes de concebirlo siquiera. Y para Neruda es algo más, algo que por cierto aplaudo a rabiar ya que en si mismo implicó el acto poético que pone en juego lo que yo decía desear expresar con mi poema, es decir la posibilidad de que la poesía sea un hacedor de puentes ciudadanos en la vida cotidiana, en ves de operar por la razón como argumento para obligar o recurriendo a la fuerza cuando aquella no funciona.
Como sea me alegro de coincidir con don Pablo en una cuestión que de hecho, aunque no se lo haya pensado mucho de este modo, salvo honrosas excepciones como es el caso de mi amigo el músico y pintor Rodrigo Aros, es un tema país y uno de insospechada transversalidad.

Ignacio Muñoz Cristi Dixit

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